miércoles, 1 de febrero de 2017

Reproducción en cautiverio, opción para preservar vaquita marina

Redacción

México, 1 Feb (Notimex).- Preocupado por el declive la población de la vaquita marina, especie en peligro de extinción, que habita sólo en el Golfo de California, el investigador Horacio de la Cueva Salcedo participa en estudios que consideran la reproducción en cautiverio del cetáceo más pequeño del mundo.

El científico destacó que los esfuerzos persisten para continuar implementando acciones para su conservación.

Desde hace unos 15 años, el especialista del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), junto con otros expertos nacionales e internacionales y personal de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), están en la búsqueda de estabilizar la población de este mamífero marino.

Según información del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la vaquita marina se caracteriza por ser un animal críptico, le gusta esconderse, mide 1.5 metros de longitud en promedio, aunque es pequeña, es robusta, tiene una cabeza redondeada y dientes planos y no le gustan los ruidos de los motores de las embarcaciones que han usado los científicos para rastrearla.

De acuerdo con Horacio de la Cueva, se estima de existen menos de 80 ejemplares, y cuando una población llega a un número tan reducido, ya no es posible recuperarla, porque en un área tan grande no es fácil que se encuentren las parejas, eso le puede pasar a cualquier organismo cuyos números son muy bajos.

Detalló que para calcular la población de esta especie existe una red de sensores acústicos distribuidos en el Alto Golfo de California, donde se registran los clics (sonidos) que hacen las vaquitas y a partir de eso se estima su población.

“Como los sensores están distribuidos en una zona amplia, sabemos cuales son las áreas preferenciales y con esa evidencia se pudo modificar la forma del refugio de la vaquita para que incluyeran zonas donde se registraba más frecuentemente”, apuntó.

“En la actualidad tenemos un estudiante de doctorado que mejorará el algoritmo con el que analizamos las grabaciones, para hacer una mejor estimación del número de ejemplares que hay”, comentó.

“Nosotros conocemos bien los aspectos biológicos, qué necesita, qué le gusta, cómo se reproduce, pero lo difícil es la parte social, qué hacemos para disminuir la pesca incidental”.

Refirió que hay un modelo que te permite estimar cuánta pesca incidental puede haber para que una población se mantenga, y la estimación es media vaquita al año, es decir, si hubiera una muerte incidental de vaquita cada dos años, no afectaría, “pero es obvio que es mucho más que eso”.

En otro estudio que se hizo en el CICESE, se estimó que hay algo así como 18 mil viajes de pesca al año nada más de San Felipe, a eso se agrega el Golfo de Santa Clara, entonces la posibilidad de muerte incidental se vuelve muy alta.

El área de distribución de la vaquita marina es en miles de kilómetros cuadrados y coincide con la mayor parte de la Reserva de la Biosfera del Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado.

Se forman grupos pequeños de uno a tres individuos, con frecuencia solo pares de madre con cría, consumen gran variedad de peces, más de 21 especies de pelágicos y dos especies de calamares.

La tasa máxima de crecimiento no suele exceder el cuatro por ciento anual y la mayoría de los nacimientos ocurre a principios de marzo.


elinformante

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