viernes, 5 de septiembre de 2025

El poder de la caridad en la solidaridad global

○ El 5 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Beneficencia

Redacción/Tomado de un.org

La caridad, en su esencia, es una expresión de solidaridad global. Une a las personas para construir sociedades más justas y resilientes, ya sea mediante donaciones directas, voluntariado o acción colectiva. Más allá de la ayuda inmediata, la caridad fortalece la salud, la educación, la preservación cultural y la protección de los grupos vulnerables (OCDE, 2021). Hoy en día, la caridad y la filantropía evolucionan para abordar las causas más profundas de la pobreza y la desigualdad.

Las iniciativas caritativas ahora influyen en las políticas públicas, financian la innovación y apoyan a las comunidades donde los servicios públicos son insuficientes (Banco Mundial, 2023). En las regiones frágiles, a menudo cubren vacíos cruciales donde los gobiernos no pueden hacerlo.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas sitúa la erradicación de la pobreza —en todas sus dimensiones— en el centro de la misión global. La pobreza no es solo falta de ingresos; también significa hambre, exclusión, condiciones de vida inseguras y acceso limitado a la educación o la atención sanitaria. Alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) requiere sólidas alianzas entre gobiernos, sociedad civil, empresas y organizaciones benéficas trabajando juntas.

El papel cambiante de la caridad

Desde la donación tradicional hasta la filantropía estratégica, la caridad es hoy un motor de innovación social, reducción de la pobreza y desarrollo inclusivo.

¿Qué hace efectiva a la caridad moderna?

Donaciones impulsadas por la tecnología

Las herramientas digitales -como las plataformas de micromecenazgo, las donaciones móviles y la inteligencia artificial- hacen que donar sea más accesible y transparente (CAF, 2023).

Liderazgo juvenil

Jóvenes de todo el mundo están creando empresas sociales, liderando la acción climática y reinventando el desarrollo comunitario. Apoyar su liderazgo es clave para un cambio duradero (UNICEF, 2022).

Equidad e inclusión

La pobreza está condicionada por factores como la raza, el género, la discapacidad y la ubicación geográfica. Una caridad inclusiva reconoce estas barreras superpuestas e invierte en soluciones lideradas por la comunidad (PNUD, 2020).

Donaciones éticas y responsables

A medida que crecen las donaciones caritativas, también aumenta la responsabilidad de realizarlas de forma ética. La caridad debe ser transparente, impulsada por la comunidad y basada en la humildad y la colaboración (SSIR, 2021).

Clima y pobreza

El cambio climático amenaza a quienes ya viven en la pobreza, haciendo más incierto el acceso a alimentos, agua y vivienda. A día de hoy, muchas organizaciones benéficas apoyan soluciones que abordan tanto los problemas medioambientales como la pobreza para fortalecer la resiliencia a largo plazo (PNUD, 2020).

La caridad, cuando está arraigada en la equidad y la ética, es más que generosidad: es un poderoso acto de responsabilidad global. Conecta a las personas a través de fronteras y sectores para combatir la pobreza, fortalecer comunidades y construir un mundo más inclusivo y sostenible para todos.

Antecedentes

En reconocimiento del papel de la caridad a la hora de mitigar el sufrimiento humano, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución A/RES/67/105, decidió designar el 5 de septiembre como Día Internacional de la Beneficencia.

La fecha fue elegida para conmemorar el aniversario del fallecimiento de la Madre Teresa de Calcuta, quien recibió el Premio Nobel de la Paz en 1979 por su trabajo en la lucha contra la pobreza y la angustia.

Monja y misionera reconocida, la Madre Teresa nació en 1910 en la antigua Yugoslavia, con el nombre de Agnes Gonxha Bojaxhiu. En 1928 se fue a la India, donde se dedicó a ayudar a los indigentes. En 1948 se hizo ciudadana india y en 1950 fundó la orden de las Misioneras de la Caridad en Calcuta, que alcanzó notoriedad por su labor entre los más pobres y los moribundos.

Durante 45 años ejerció su ministerio entre pobres, enfermos, huérfanos y moribundos, mientras las Misioneras de la Caridad se extendían, primero por la India y luego por otros países, con la creación de hospicios y residencias para los pobres y desamparados. Su labor obtuvo el reconocimiento y la alabanza del mundo entero y le granjeó numerosos premios y distinciones, entre otros el Premio Nobel de la Paz en 1979. Para ella, "la pobreza y la angustia constituyen una amenaza a la paz". La Madre Teresa murió el 5 de septiembre de 1997, a los 87 años de edad.

elinformante 

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