Por Juan José Razzo
Ambientalistas de Sonora insisten en la necesidad de que el Río Colorado tenga una cuota ecológica de agua en su cauce, lo que contribuirá al resurgimiento de la flora y la fauna naturales.
Osvel Hinojosa Huerta, director del Programa de Agua y Humedales de Pronatura Sonora, mencionó que ese factor es una parte muy importante de la iniciativa de restauración del afluente. Al dejar agua suficiente que llega al mar, hay muchos procesos en el estuario que dependen de esos volúmenes, asumió.
“Si nos ponemos a pensar en los millones de años de cómo era el desemboque del Río Colorado, que llegaban todos los 18 mil millones de metros cúbicos de agua al mar”, dijo.
Expuso que antes de que el agua fuera detenida en presas de México y Estados Unidos, se formaba un estuario de 500 mil hectáreas donde se mezclaban las aguas dulces con las marinas saladas.
Eso generaba una influencia del río unos 85 kilómetros mar adentro en el Alto Golfo de California, citó, y eso generaba condiciones óptimas para muchas especies, que ahora han disminuido.
Hinojosa Huerta mencionó entre la fauna marina, al pez totoaba y a la vaquita marina, que todavía existen en la zona pero en el caso de ésta última se encuentra en riesgo de extinción.
Ahora hay un esfuerzo de ambientalistas de todo el mundo por un gasto ecológico en el Río Colorado, citó, es decir, dejar que un arroyo de agua llegue hasta el desemboque.
Desde hace muchos años el lecho está seco la mayor parte del año, y según la Comisión Nacional del Agua (Conagua) sólo corren volúmenes por el cauce cuando hay lluvias extraordinarias río arriba.
Desde 1992, la entonces directora de Ecología del Ayuntamiento local, Virginia Reyes Flores, calificó como un “ecocidio” las condiciones prevalecientes en el Río Colorado.
Mencionó que seguramente generaría problemas que todos los volúmenes hídricos son utilizados en ambos países, para usos agrícolas y urbanos, pero no se deja nada de agua para el medio ambiente.
El alcalde de esta frontera, Manuel Baldenebro Arredondo, ha ido más allá en la necesidad de agua en ese cauce, pues comentó que un arroyo puede ser utilizado para una ruta de navegación turística.
El gobernador de la etnia Cucapá de Sonora, Nicolás Wilson Tambo, mencionó que la historia de esa tribu está ampliamente relacionada con el lecho, de hecho su nombre autóctono quiere decir “gente del río”.
Comentó que para la comunidad indígena el Río Colorado es sagrado, además que durante cientos de años fue para ellos una fuente de alimentos, por la agricultura rudimentaria, la pesca y la cacería.
Ahora el destino incierto del afluente posiblemente esté relacionado con el de la etnia, de la cual sólo quedan 22 familias residentes de este municipio.
elinformante
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