Diputados millonarios cargan más al pueblo. |
Redacción/Tomado de La Jornada
México, D.F.- La Cámara de Diputados aprobó esta noche
la reforma fiscal del gobierno federal, que incluye un aumento progresivo del
ISR, el impuesto especial a refrescos, bebidas endulzadas y comida chatarra, así
como nuevos gravámenes a la especulación bursátil y a la explotación minera y la
homologación a 16 por ciento en la tasa del IVA a los estados de la frontera,
entre otras medidas.
El pleno avaló el dictamen de la Comisión de Hacienda en lo
general, con 317 votos en favor de las fracciones parlamentarias del PRI y PVEM
con el respaldo de los Chuchos del PRD, así como Nueva Alianza. 164
diputados del PAN y de un ala del PRD votaron en contra y se inició la discusión
de 109 reservas en lo particular, lo que implica que la sesión continúe al menos
por seis horas más.
En el debate sobre el paquete fiscal, el PAN acusó al PRD “de
ser cómplice del asalto a los mexicanos, mientras la bancada del Sol Azteca
justificó el aval a las nuevas cargas impositivas con el argumento de que “esta
reforma lleva el sello de la izquierda propositiva”.
El PAN definió, en voz de Jorge Villalobos, que la reforma “no
genera una nueva relación fiscal entre el Estado y los contribuyentes”, y su
compañero de bancada, Rubén Camarillo provocó un tête à tête
con el coordinador del PVEM,
Arturo Escobar, cuando desde la tribuna advirtió que los impuestos sólo colocan
contra la pared a las pequeñas y medianas empresas y que cuando “los verdaderos
ricos no les convenga se irán de México”.
Escobar acusó a la administración el PAN, en los tiempos de
Felipe Calderón, de haber propuesto un aumento del 2 por ciento en la tasa del
IVA, y aplicar su cobro generalizado en 2009, para tapar el hoyo fiscal que, el
entonces secretario de Hacienda, Agustín Carstens, aseguró que existía por la
crisis económica de ese año.
Camarillo sostuvo que fue el PVEM el que respaldó, con sus
votos, la negociación del PRI con Carstens y los gobernadores del tricolor
aumentar la tasa del IVA del 15 al 16 por ciento.
Uno a otro se acusaron de mentir sobre lo que ocurrió en ese
año en el Congreso, cuando en efecto Calderón presentó la iniciativa para el
establecer el denominado “impuesto contra la pobreza” que consistía en la
aplicación generalizada del IVA, incluidos alimentos y medicinas, pero que el
PRI no pudo aprobar porque iba en contra de sus estatutos, y finalmente se dejó
en la tasa vigente de 16 por ciento.
Camarillo incluso retó a Escobar: “¡qué poca! ¡qué poca memoria
tienen algunos! Vayamos al Diario de los Debates y quien mienta se va a
su casa. Le apuesto la curul.”
A pesar de que defendió el paquete fiscal del presidente
Enrique Peña, Escobar abandonó el salón poco antes de que se llevó a cabo en lo
general, por lo que él no fue de los legisladores que la aprobaron.
El pleno ratificó los acuerdos para que a partir del próximo
año se suprima el régimen de consolidación fiscal, que utilizan las grandes
empresas para reducir considerablemente sus margenes de tributación. También, el
cobro de 10 por ciento a las utilidades sobre las ganancias en la Bolsa Mexicana
de Valores. También, el pago de 7.5 por ciento de las mineras sobre sus
utilidades.
El presidente de la Comisión de Economía, Mario Sánchez Ruiz
(PAN), explicó que la reforma fiscal le otorgará al Ejecutivo 250 mil millones
de pesos adicionales por ingresos tributarios, adicionales a los 250 mil
millones que se esperan por la autorización de la Cámara al Ejecutivo para
romper el déficit cero y elevarlo hasta 1.4 por ciento.
El pleno ratificó el impuesto especial a la comida chatarra,
medida que propuso el PRD y la Secretaría de Hacienda integró en el
dictamen.
De esta manera se gravará a todas aquellas botanas, productos
de confitería, chocolate y derivados del cacao, flanes y pudines, dulces de
frutas y hortalizas, crema de cacahuate y avellana, dulces de leche, alimentos
preparados a base de cereales, helados, nieves y paletas de hielo.
elinformante
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