Padre Iván de Jesús. |
El padre católico de Agua Prieta, Iván de Jesús Bernal, se manifestó en contra de los monopolios políticos regionales, en los que unos cuantos acaparan puestos públicos durante décadas.
En fecha reciente, el párroco sorprendió a la opinión ciudadana de Sonora al manifestar su renuncia al ministerio religioso, colgó los hábitos, para ser el candidato del Partido Acción Nacional (PAN) a la Alcaldía de esa frontera.
Vamos a una cita textual de sus declaraciones sobre porqué quiere ser candidato: "Agua Prieta vive uno de sus peores momentos de su historia, porque la ciudad se encuentra secuestrada por una familia que está llena de ambición, que durante 20 años ha vivido del erario y ha construído un emporio a costa de él".
"Aquí en Agua Prieta no hay crecimiento económico, pero ellos (los políticos) sí exhiben casas millonarias en Hermosillo o en Phoenix. No hay infraestructura ni desarrollo urbano, pero sí se ven ranchos pujantes".
Aunque las palabras del presbítero se refieren a otra región, bien podrían aplicarse a San Luis Río Colorado, donde un puñado de desempleados acaparan desde hace 30 años los cargos de elección popular, lo cual sería lo menos cuestionable, pues el mayor agravio para la ciudadanía sanluisina es que en ninguno de los puestos han trabajado a favor de la comunidad.
Desde hace tiempo, como regidores, diputados, alcaldes o funcionarios, han vivido los actuales legisladores federales, Enrique Reina y Leslie Pantoja, además de los locales, Marco Flores y Everardo López, quienes ahora en 2015 son candidatos otra vez.
Durante 2013, 2014 y 2015 no consiguieron y no han conseguido una sola obra o presupuesto para esta región, pues toda la infraestructura urbana lograda en estos años se debe y fue aprobada por la mayoría priista en el Congreso de la Unión.
Hasta el Vaticano
Sobre la precandidatura del párroco Bernal, el arzobispo de Hermosillo, José Ulises Macías, confirmó el hecho y declaró que el expediente será enviado a Roma para definir la situación, en la cual deja el sacerdocio, pero por lo pronto ya no puede administrar sacramentos y en caso de perder la elección, tampoco puede volver al ministerio y oficiar misa.
El Arzobispo puntalizó que la ley ecleséastica enseña que un ministro de culto no puede estar en un puesto público nombrado popularmente, "de tal forma que si alguien lo hace, pesa sobre él una censura que se aplica a la persona inmediatamente".
Mencionó que el párroco aguapretense platicó con él, donde le explicó la situación de que en cuanto fuera precandidato dejaba de ser sacerdote.
elinformante
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