Penitentes de Cuaresma, a quienes en la región se les llama fariseos, empezaron a deambular por las calles de esta frontera de Sonora, donde realizan sus danzas rituales pascolas y cumplen sus mandas en busca de un milagro.
Fueron entrevistado por medio de señas, ya que su promesa hacia el Creador les impide hablar durante 40 días, además de estar impedidos para ingerir bebidas embriagantes, bañarse y comer carne.
Uno de ellos mencionó que llegaron a la región procedentes del norte de Sinaloa, pues estar alejados de sus familia les facilita cumplir con la penitencia, mediante la cual buscan un milagro, como puede ser la sanidad de un familiar, encontrar trabajo o localizar a una persona.
Visten con ropa normal, camisa de vestir y generalmente con pantalón de mezclilla, huaraches de piel, además de portar un cinturón de cilindros de madera y cascabeles alrededor de las piernas, los cuales hacen un sonido característico cuando danzan.
La percusión de los cascabeles combina con el de un tambor que toca uno de ellos, y el cual da el ritmo principal a la danza pascola, comentaron.
Mientras permanecen en la región, solicitan el apoyo económico de la gente, para poder alimentarse, por lo que además de su presencia en las calles, también presentan sus danzas en las filas de automovilistas de la garita de San Luis, Arizona.
El investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Sonora, Alejandro Aguilar Seleny, manifestó que esta ceremonia tiene que ver con lo que entre las etnias mayo y yaqui se conoce como el Huya Ania, o mundo mágico de la naturaleza.
"Y se vincula con otra parte que es conocida actualmente como costumbre yaura, que implica la adaptación de las enseñanzas de jesuitas y también de franciscanos a la religiosidad de los mayos de Sinaloa y Sonora, y a los yaquis", mencionó.
Indicó que en el caso de las ciudades del centro del estado, donde hay residentes de dichas tribus, y sobre todo en los municipios del sur de Sonora, de donde son originarios, los ritos se realizan alrededor de ramadas que se levantan en terrenos.
Comentó que en cada ramada se reúnen hasta 200 fariseos, cada uno acompañado con su padrino y su madrina, así que el sitio ceremonial puede reunir más de 600 personas durante la Cuaresma.
Destacó las ceremonias que se realizan en los ocho pueblos yaquis del sur de Sonora, así como en las comunidades de origen mayo.
elinformante
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