Por Juan José Razzo
Miembros de la tribu Cucapá de Sonora siguen más el rito
ancestral sobre el más allá, que incluye la incineración de sus difuntos,
aunque algunos también han adoptado la conmemoración del Día de Muertos.
El gobernador tradicional cucapá de este municipio, Nicolás
Wilson Tambo, dijo que como comunidad carecen de una ceremonia especial
relacionada con el 2 de noviembre.
Expresó que a la fecha la única formalidad que realizan en
relación con los indígenas que mueren, es quemar sus cuerpos hasta las cenizas
para que puedan viajar al más allá.
De acuerdo con la tradición de sus antepasados, el
escarabajo, portero y guía, sólo les abre las puertas de la nueva vida a
quienes cumplieron con el ritual de la incineración mortuoria. Durante el presente año no han efectuado ningún acto de
cremación funeral, aclaró, pero en 2011 tuvieron uno, debido a que falleció una
mujer anciana de la etnia.
Sobre el Día de Muertos, Wilson Tambo comentó: “A quien
quiera llevarle flores a sus parientes en el panteón de la comunidad es su
decisión. Hay algunos que llevan flores”.
Refirió que en el ejido Pozas de Arvizu, donde vive el grupo
autóctono, unos 20 kilómetros al sur de esta ciudad, existe un cementerio
tradicional, al cual está prohibido el ingreso de personas foráneas.
En el sitio, dijo, están enterradas las cenizas de los
cucapás que han fallecido en los últimos 90 años, desde que el gobierno federal
les asignó esas tierras.
El presidente de la Comisión de Asuntos Históricos local, Hermes
Flores Navarro, comentó que los indígenas colocan el cuerpo del difunto entre
un montón de leña y le encienden fuego.
Explicó que el fallecido es amarrado a un tronco, lo que
permite removerlo de vez en vez, para asegurarse de que se calcine hasta las
cenizas.
elinformante
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