viernes, 13 de junio de 2014
Migrantes en peligro por altas temperaturas de Sonora
Por Juan José Razzo
Ante las elevadas temperaturas que se registran en Sonora y Arizona, una de las principales preocupaciones de autoridades y la sociedad son las afectaciones que pudieran tener los migrantes.
Pero en contraparte, los connacionales consideran que desde antes de salir de sus lugares de origen en el sur de México, saben del calor extremo que se registra en la región, pero lo consideran parte de la aventura en el cruce ilegal a Arizona.
Entrevistado afuera de la Casa del Migrante La Divina Providencia, el michoacano Raúl Hurtado Flores, comentó que "sí está fuertecito el calor por estos lugares, pero lo bueno es que vamos para California donde está más fresco. Es nomás unos días y es parte de la aventura".
Durante la tarde, en las horas más calientes, se puede observar a los paisanos tirados en el pasto del parque Juárez, bañados de sudor, dormitando y con el rostro angustiado. Se nota el sufrimiento.
Recientemente, el director de la Unidad Municipal de Protección Civil, José Ramírez Muñoz, emitió una alerta meteorológica pues con la llegada de junio las temperaturas diurnas se mantienen por arriba de los 40 grados centígrados, a la sombra.
Dicha instancia, en coordinación con personal del Grupo Beta, adscrito al Instituto Nacional de Migración, mantiene un operativo de rescate y apoyo a los migrantes que pueden ser afectados por las altas temperaturas.
También advierten a los aspirantes a indocumentados, que no acepten la propuesta de los "polleros" de cruzar por zonas remotas del desierto de Altar, que en los Estados Unidos se llama desierto de Yuma.
La encargada de la Casa del Migrante La Divina Providencia, Olga Escalante Bejarano, manifestó que las últimas semanas elementos del Grupo Beta llevaron al albergue a dos connacionales deshidratados, pero que se recuperaron.
Mencionó que dicha corporación a diario lleva a unas 40 personas a la estancia, para que reciban los diversos apoyos gratuitos.
En las zonas de cruce ilegal localizadas en el vecino condado de Yuma, desde hace muchos años se reportan tragedias, como es la muerte de migrantes debido a las altas temperaturas en la zona desértica.
La enciclopedia hemeroteca de Editorial Cumbre, consigna que el 6 de julio de 1980 un total de 13 migrantes mexicanos fallecieron, la mayoría por deshidratación, en el desierto de Yuma, en las inmediaciones del poblado Ajo, al norte de Sonoyta, Sonora.
Los decesos ocurrieron en terrenos del Parque Monumento Nacional del Cacto, y en ese entonces el superintendente del Servicio de Parques, Franklin Wallace, declaró que estas personas fueron abandonadas por los contrabandistas de humanos.
Otros 13 paisanos fueron rescatados con vida, pero en condiciones muy críticas y con daños en sus órganos internos debido a la insolación y la falta de agua, citó.
Más de 20 años después, el 24 de mayo de 2001, otros 14 connacionales murieron después de que fueran abandonados cinco días antes por traficantes de indocumentados pese al intenso calor del desierto de Arizona.
En esta ocasión el suceso se dio en tierras del Refugio de Vida Silvestre Cabeza Prieta, localizado al oeste del Parque Monumento Nacional del Cacto, según un reporte de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.
El entonces portavoz de la Patrulla Fronteriza en Yuma, Maurice Moore, dijo que oficiales a bordo de helicópteros y vehículos todo terreno rescataron a otros 11 sobrevivientes, bajo temperaturas de 46 grados centígrados.
Todas las instancias mencionadas, mantienen una campaña permanente de información preventiva en ambos lados de la frontera, para evitar que ocurran más contingencias similares.
elinformante
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