Por Juan José Razzo
En la leyenda de los indígenas cucapás de Sonora el coyote anuncia la muerte de las personas, pero además merodea el caserío y aprovecha el descuido de los deudos para robarse el corazón del difunto y comérselo.
Esta tradición oral milenaria fue recogida por el investigador de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Miguel Wilken Robertson, la cual escribió como parte del libro "Una separación artificial: Grupos yumanos de México y Estados Unidos".
El catedrático consideró que la tradición oral y la música narrativa es distinta en cada uno de los grupos yumanos, hualapai, yavapai, kumiai, pai pai y cucapá, pero que sin embargo existen coincidencias importantes.
Mientras que existen claras variaciones localizadas, una comparación de mitologías yumanas, tanto al norte como al sur de la frontera, revela patrones arquetípicos comunes en la región entera, describió.
"Una composición de esos motivos podría verse como lo siguiente: Desde bajo el agua o bajo la tierra, los primeros creadores emergen. Ellos son usualmente dos varones emparentados y uno con frecuencia es ciego o incapacitado", dijo, al analizar la narrativa tradicional.
Agregó que esos dioses crean cosas e intentan poner el mundo en orden, además de que hay una jerarquía entre esos dos creadores, exhiben cualidades humanas, y el creador más viejo muere y es cremado, "pero durante la cremación, el coyote se roba el corazón y se lo come".
La cremación mortuoria del dios creador y su ataque por el coyote es un paisaje compartido por los grupos hualapai, yavapai y kumiai, observó, pero este elemento no se encuentra en la cosmovisión cucapá.
En la tradición oral cucapá persiste el relato compartido con la etnia pai pai, en la cual el coyote aparece como devorador de corazones humanos, pero no de dicho órgano de alguno de los dioses creadores, citó.
"El coyote es el más astuto de los animales. Cuando ocurre algo, por más lejano que se encuentre del lugar de lo sucedido, se acerca a las casas. Aunque dicen que es un animal de mal aguero, no lo es", expresó Wilken sobre la narración cucapá.
"Cuando se acerca a la gente es para avisar de algo que pasó. El coyote sabe quién va a morir próximamente, y por eso advierte a los parientes. Cuando el que ha de morir es un familiar lejano, aúlla lejos.
"Pero cuando lo hace cerca y cuatro veces, dentro de unos días morirá un familiar muy cercano", relata.
Agrega que la astucia del coyote se debe a su pasado como devorador de corazones humanos, pues hace mucho tiempo cuando se cremaba algún muerto, el coyote aprovechaba los descuidos de lo encargados de la cremación, y les robaba el corazón para comerlo.
Indicó que eso sucedía muy seguido, por eso la gente empezó a darle tareas al coyote cuando se iba a realizar una incineración mortuoria, "sin embargo el coyote regresaba a tiempo para robar el corazón del difunto".
Actualmente, los indígenas cucapás de Sonora todavía practican la cremación funeraria, pues es una práctica con la que garantizan el ingreso del fallecido al más allá.
elinformante
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