Los candidatos independientes de San Luis iniciaron su campaña con el pie derecho, dado que capitalizaron quizá de manera inadvertida para ellos, algo que al principio muchos políticos consideraron un obstáculo.
Si entre ellos reunieron más de 7 mil firmas electrónicas para obtener el registro oficial, estadísticamente se considera que contactaron aproximadamente a 25 mil votantes, por decir lo menos. Me tocó estar en un barrio donde voluntarios iban a llegar a colectar firmas y la familia huésped -y que aportó dos firmas- habló del tema como con 20 vecinos, parientes y conocidos más.
El hecho de que hayan logrado recabar las rúbricas electrónicas habla, además, de que existe simpatía popular por dicha causa.
El obstáculo de que hablamos es la dificultad para conseguir las firmas en tan poco tiempo, pero se convirtió en ventaja desde el punto de vista de que mientras todos los demás candidatos partidistas sólo alcanzaron a los miembros de sus respectivos partidos políticos, los aspirantes independientes en el afán de reunir los apoyos, son los únicos que en realidad ya hicieron una campaña de contacto directo con la ciudadanía en general. Algo que tienen prohibido los candidatos partidistas hasta el momento.
En un recorrido a pie por tres sectores de la ciudad, entre ellos en zig zag por las calles desde la Comandacia de Policía al Bosque de la Ciudad I, se preguntó a las personas si sabían de los candidatos independientes y el 39 por ciento dijo que sí, además el 80 por ciento de ellos estimó como algo bueno.
Tras un año de estudios de estadística, álgebra y cálculo de parte de su servidor, puedo comentar que los independientes ya tienen un porcentaje significativo -en el sentido matemático del término- del resultado del voto en 2018. Pero ahí la dejamos porque decirles más es asesoría.
elinformante
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