○ Morena no aceptó la contrapropuesta de no incrementar nómina, de no subir impuestos, de ajustarse el bolsillo y hacer recortes por mil millones de pesos, para destinarlos directamente a atender baches e inseguridad
○ Nunca el Palacio de Gobierno les habrá costado tanto dinero a las familias sonorenses, con tan pocos resultados a favor de la gente
Redacción
Hermosillo, Sonora.- Las y los diputados de Movimiento Ciudadano en el Congreso de Sonora votaron en contra del Presupuesto 2023 para la entidad, debido a que violenta la Ley de Austeridad, la de Disciplina Financiera para Municipios y Entidades Federativas, pero sobre todo porque hay aumento de impuestos y mayor gasto del gobierno estatal de Morena para el próximo año.
POSICIONAMIENTO ÍNTEGRO DE DIPUTADO ERNESTO, EL PATO, DE LUCAS:
Nada fortalece más a las autocracias disfrazadas de democracia que el silencio, el servilismo y la complicidad. Hoy es uno de esos días donde el oficialismo gana con su mayoría legislativa, pero pierde de manera contundente en lo más valioso que un gobierno puede tener: la confianza de la gente.
Ahora sí que fuera máscaras, retóricas y pretextos reiterados al estilo 4T, que por cierto cada vez convencen a menos y decepcionan a más. La realidad de su novatez en el Gobierno de Sonora los alcanzó en estos primeros 15 meses de inacción, y aun no se han dado cuenta, pues siguen inmersos en la burbuja de su notable y evidente cambio de vida.
Este es un Presupuesto para Sonora que de entrada nace vivo para la élite del Gobierno, pero lamentablemente nace muerto para la inmensa mayoría de las y los ciudadanos de Sonora.
Como alternativa realista en la entidad, en Movimiento Ciudadano, tenemos clara nuestra responsabilidad de cuestionar al poder, así como la firme e inquebrantable voluntad para decirle a la gente como el Gobierno de Morena se va a malgastar 76 mil millones de pesos, producto de los impuestos que con mucho esfuerzo pagarán los sonorenses en el 2023.
Como única alternativa para las y los sonorenses, estamos llamados a ser un elemento de responsabilidad, de equilibrio, de cuestionamiento en la exigencia de la rendición de cuentas, ante las insensatas medidas del actual régimen.
Con este presupuesto, el Gobierno gastará como nunca, sí como nunca; mientras los sonorenses, lamentablemente se sacrificarán como siempre.
El gobierno de Sonora tendrá un 12% más presupuesto para 2023, es decir, un extra de 8 mil 400 millones de pesos más, y con ello se cae la propaganda oficialista de que es un presupuesto austero y cercano a la gente.
Y aquí les explico porque: Es claro que este régimen ha elegido el camino fácil; meter la mano en el bolsillo de las familias sonorenses en tiempos sumamente complicados y de evidente carestía y recesión económica.
Aquí hay que preguntarle al Gobierno: ¿Si las familias ajustan sus gastos ante la crisis que vivimos por qué el Gobierno del Estado no hace ningún sacrificio? No lo hace porque no le interesa hacerlo. Vean nada más lo absurdo de este presupuesto estatal que hoy aquí, el oficialismo y sus aliados, han votado a favor.
El presupuesto que el día de hoy se ha votado aquí se vuelve estructuralmente inaceptable; es un presupuesto que incrementa la carga impositiva para los ciudadanos y no hay ni un solo esfuerzo de reducción de gasto corriente, por el contrario, se incrementa.
Este es el Gobierno del Estado más caro de la democracia reciente en Sonora, y que, además, en pleno diciembre se auto-regala un aumento en sueldos y con chequera abierta aumenta el gasto. Esto sí que es vivir en la improvisación e irresponsabilidad presupuestal.
Es gravísimo lo que hoy se aprobó en Sonora:
A partir de enero, el Gobierno de Morena incrementará sueldos a la alta burocracia y subirán impuestos en revalidación, placas, a la nómina y al hospedaje.
De los 8 mil 406 millones de pesos de incremento al presupuesto, el 87% se va a gasto corriente, con lo cual la nómina burocrática crece en un 13%, alcanzando un monto global de más de mil 100 millones de pesos, violentando sin pudor alguno la Ley de Disciplina Financiera, misma que establece los límites para el crecimiento global de la nómina gubernamental.
¿Cómo se puede votar algo así a favor? En qué cabeza cabe votar aprobar un incremento de 438 millones de pesos para sueldos de funcionarios.
Cómo pueden explicar el incremento del 30% para papelería; el 31% más para gasolina, un 76% para rentas y el doble de dinero para viáticos y servicios oficiales del Gobierno; pero; y por si eso fuera poco, también aquí se aprobó un aumento del 98% para asesorías externas al Gobierno de Morena.
Ahora es momento para exigirle al titular del Poder Ejecutivo que, si sus funcionarios no funcionan, los cambie ¡pero a la de ya! Y deje de premiarlos aumentándoles el sueldo. Es momento de que les den las gracias a quienes en 15 meses de gobierno han demostrado que la incompetencia tiene un alto costo y la improductividad un grave daño para Sonora.
La mayor amenaza que la sociedad de Sonora puede tener, es contar con un Gobierno que despilfarra los recursos de los sonorenses en una de las peores crisis económicas que atraviesan las familias en nuestra entidad. El incremento de impuestos que contempla el presupuesto presentado hoy aquí, son una burla para la clase media y los segmentos más desprotegidos.
Ahí viene un 20% de alza en el costo de la expedición de placas, que, por cierto, esperemos no sea en el 2023 otro viacrucis para los sonorenses, al momento de que todavía les exigen revalidarlas aumentando su costo. Viene un 50% de incremento en el impuesto al hospedaje. También un 50% en el impuesto sobre la nómina estatal, así como un 10% en la licencia de alcohol para tiendas departamentales, sin olvidar un 7% más adicional de actualización.
Bien haría este Gobierno de Morena, en reconocer que la política de subir impuestos empobrece aún más a la clase trabajadora y pujante de Sonora; pero eso difícilmente lo harán, porque este régimen está sentado cómodamente en el trono de los anuncios y ahora sin mayor esfuerzo se acomodó de manera placentera en la silla del despilfarro.
O, cómo entender el subsidio al reciente creado Instituto de Movilidad y Transporte que ha pasado de 22 a 54 millones de pesos mensuales, más del doble de cuando se hizo la requisa; y esa requisa y esa concesión se hizo con la promesa de bajarle al subsidio y no se logró. Vaya, vaya, que buen negocio para cerrar el año.
Este es un Gobierno en pañales con dos caras, que maneja un doble discurso, donde promete cosas que posteriormente ni cumple ni desmiente.
Ahora el gobierno de MORENA, hipoteca el presente. No solo han dado marcha atrás a su promesa de no contratar deuda, sino que tampoco indican en qué utilizarán el recurso con el que endeudarán más a las y los sonorenses. Con lo anterior, podemos concluir que este presupuesto es mera propaganda y se sustenta en grandes engaños. Este Gobierno de la 4T en Sonora, promete una cosa, pero se ha convertido en un profesional de hacer justo lo contrario.
Vemos un Poder Ejecutivo con la intención clara de seguir haciendo anuncios, sin ningún tipo de control ni límite. Tan solo en lo que va de gobierno, se han anunciado inversiones por más de 95 mil millones de pesos, ¿Dónde están? Porque además de la ausencia de tales obras, para este 2023, el recurso de inversión estatal disminuye en comparación con 2021, destinándose tan solo el 1.63% del total presupuestado, lo que a todas luces representa un contrasentido.
Aquí les pregunto: ¿Y los baches? ¿Y los recursos federales que no llegan y no llegarán?
¿Ahora a quién le van echar la culpa? ¡Claro, al neoliberalismo! Ese mismo modelo que recomendó a los gobiernos de esos periodos que tanto critican, precisamente utilizar los instrumentos de finanzas públicas para generar endeudamiento, o vía los famosos esquemas de reestructura que tanto repudio les generaban.
Perdón en qué parte me perdí, o, mejor dicho, ¿En qué se quedaron y no cumplieron? Porque sépanlo que ahí viene un nuevo préstamo, más deuda disfrazada de reestructura. Y aquí los van a tener a todos votando a favor de la misma. ¡Ya lo verán! Y es cuestión de semanas.
Hay que recordarle a los sonorenses y particularmente a este Poder Legislativo, que el Presupuesto no es un instrumento para congraciarse o para quedar bien con el Poder Ejecutivo, este presupuesto viene de los impuestos que pagan los sonorenses y por ende tiene que ser un instrumento para el desarrollo equilibrado de los sonorenses.
Pero lo más preocupante es que el Gobierno está cada día más alejado de la realidad que vive Sonora. Han reducido el presupuesto a la Secretaría de Economía, actividad toral para el crecimiento de Sonora, pero incrementando en 190 millones el gasto para su oficina de gobernado. ¿Y la austeridad?
Y cuando de inseguridad se habla, todo queda en discursos reiterativos por parte del Gobierno del Estado, pues en los hechos, tan solo 4 centavos de cada peso irán al rubro de la seguridad en la entidad. ¿“Y los abrazos y no balazos”?
¿Y el incremento que vendría para los municipios que prometieron cuando los hicieron votar la militarización? Ustedes díganme sí a eso se le puede llamar prioridad.
Este es, pues, un presupuesto desfasado y con evidente afán de malgastar los impuestos que a duras penas pagan las y los sonorenses. Vemos migajas a la Educación y lo más preocupante, a la Salud de Sonora.
En síntesis, vemos un Gobierno anestesiado que no siente y que no atiende las prioridades de las y los sonorenses. Alérgico al debate y a los cuestionamientos que desnudan su nula transparencia y rendición de cuentas. Comprar voluntades se ha convertido en la mayor prioridad de este Gobierno y les da igual el precio a pagar. Y bueno, que mejor ejemplo de ello, que la aprobación de este presupuesto estatal para 2023.
Amigas y amigos de Sonora:
En Movimiento Ciudadano, no podemos ser cómplices de algo que afecta y va contra ustedes. No somos ni seremos lacayos o comparsas del poder; somos y seremos la única alternativa real.
No podemos aprobar un presupuesto que incumple la ley de disciplina financiera para estados y municipios. No podemos aprobar un presupuesto que incumple la Ley de Austeridad para el Estado de Sonora aprobada por este mismo Congreso, en la legislatura anterior. Y vuelvo a preguntar: ¿Y la austeridad?
No podemos aprobar un presupuesto que, al incumplir la ley, es en definitiva un presupuesto ilegal, irresponsable en sus incrementos en gasto corriente e insensible en temas de fondo para nuestra entidad, como el sector económico y el agropecuario.
Sonora merece otra mayoría parlamentaria que garantice respeto a la ley, resultados, serenidad y obtenga otra vez la confianza en las instituciones al atender sus verdaderas prioridades. ¡Vaya! Al menos una mayoría que leyera aquí lo que se vota, ¡fíjense! Ni eso hicieron.
Por eso propusimos medidas concretas y realistas, pero no quisieron aceptar nuestra contrapropuesta de no incrementar nómina, de no subir impuestos, de ajustarse el bolsillo y hacer recortes por mil millones de pesos para que dicho recurso fuera directamente a lo que la gente grita en cada municipio de Sonora: Fin a los baches, fin a la inseguridad y fin a los anuncios, para que con hechos la gente vea y sienta en qué se gasta el gobierno su dinero.
Triste, además, que en el primer Congreso donde las mujeres son mayoría, se vote a favor de un presupuesto sin equilibrios ni igualdad en la perspectiva de género.
Que quede muy claro: Ni tibios ni entregados, pero sí antagónicos a la indiferencia de los intransigentes.
Nunca el Palacio de Gobierno les habrá costado tanto dinero a las familias sonorenses, con tan pocos resultados a favor de la gente. Pero aún en esta realidad que defrauda a Sonora, lo rescatable de todo esto, es que los propios ciudadanos están tomando nota de tanto engaño, del vil despilfarro y de la traición de gobierno que hoy los representa.
¡Vaya pues! Los populistas fuera y dentro del poder tienen las mismas prácticas: atacan, critican, se victimizan, prometen, pero jamás, jamás cumplen. Se dicen amigos del pueblo, pero apoyan la insensatez, cargando a la gente con más impuestos. Te venden que los rivales democráticos son enemigos antagónicos y en el proceso solo cambian para convertirse en lo que juraban combatir.
En síntesis: Son muy buenos para hablar, pero para cumplir no hay que hacerse ninguna esperanza. Gastan lo que no han trabajado y al final del día culpan a los empresarios, a las mujeres, a los jóvenes, los trabajadores y a los ciudadanos de sus incumplimientos electorales y de las falsas expectativas generadas.
Alguien dijo por ahí: No podemos negociar con aquellos que dicen lo mío es mío y lo tuyo es negociable.
Porque aquí lo que se votó no es dinero ni de ustedes ni de nadie. Es dinero de los sonorenses y a ellos es a quienes defraudaron.
elinformante
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