Redacción
Su gran entusiasmo, el ejemplar interés por aprender a hacer postres y su determinación para perseguir su sueño de convertirse en una gran chef, la mejor del mundo, como ella lo dice, son características muy notables que a su corta edad, que definen su personalidad.
Se trata de Leslie Abril Ortiz Monzón, quien a sus escasos siete años de edad tiene una idea clara de lo que significa la disciplina y sabe que basándose en una conducta ordenada se pueden aprender muchas habilidades.
Por ello, la pequeña Leslie, se destaca como una de las alumnas que más pasión demuestra para asimilar los conocimientos de repostería que se imparten con apoyo del Gobierno Federal en esta ciudad.
“Cuando sea grande me gustaría ser una chef importante, hacer muchas clases de pasteles y postres de todos, pero también muchos tipos de comida”, expuso la pequeña Leslie.
Su interés por escudriñar en las artes culinarias se aviva cada vez más y se refleja al acomedirse con su madre, la señora Lizbeth Monzón en la preparación diaria de los alimentos que se consumen en su hogar.
Leslie, una chef en proceso, disfruta mucho estar junto a su querida madre a la hora de cocinar y agrega que lo que más le causa regocijo es degustar en familia, los comestibles que prepara, todos juntos, su padre, Diego Ortiz, su madre Lizbeth y su hermanita menor, para quien añora poderle preparar un pastelito o algún postre en sus próximo cumpleaños.
“Mi hermanita tiene dos años y me da felicidad pensar que puedo hacerle un cup cake o un pay, una gelatina o algo de postre, eso ya lo aprendí a hacer aquí con las clases que nos dan”.
Así lo expresó la inspirada Leslie, refiriéndose a los cursos que oferta el Campamento de Verano y que puede aprovechar gracias a que fue llevada por sus padres a inscribirla para recibir esta enseñanza que fortalecerá sus aspiraciones de convertirse en la mejor chef del mundo.
elinformante
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