viernes, 15 de marzo de 2019

De las historias del Nacho y la falta de tanates del alcalde

EL NACHO
Por Juan José Razzo

Esta anécdota me la platicó el alcalde Ignacio "Nacho" Guzmán Gómez muchos años después de que dejó el cargo y obviamente antes de que falleciera, sobre la decisión que debe tener un gobernante ante las situaciones difíciles que se le presentan.

Antes debo decir que a lo largo de los años personas me han comentado que Nacho era un prepotente, arbitrario, pero otras se han referido a él como un mandatario que supo aplicar la fuerza para defender a la comunidad. También aclaro que citaré palabras textuales que él me dijo.

Resulta que en cierta ocasión un grupo de elementos de la temible Policía Judicial Federal (émulos de los compañeros de la Dirección Federal de Seguridad) andaban cometiendo abusos en contra de los sanluisinos, lo que llegó a los oídos del presidente municipal.

Nacho, nada tardado en esos casos, ordenó a la Policía Municipal, "quiero que vayan y levanten a esos cabrones, los desarmen, los suban a la perica y los metan al bote". A sus órdenes Jefe, porque pobre de aquél que objetara las decisiones del alcalde.

Pues allí tienen a todos los federales en la cárcel. Y a pan y agua.

Y así hizo con otros oficiales sin importar de dónde fueran y con narcos.

Después ya en la noche, llegó encolerizado el comandante de la Judicial Federal a tratar de enfrentar al Nacho, "lo que usted está haciendo es una arbitrariedad, se está metiendo con el poder federal y ésto le puede salir muy caro".

Nacho, político pero amo y señor, le manifestó "mire mi comandante, para empezar bájele de guevos a como me está hablando, porque si sigue chingando a su madre, ahorita lo mando encerrar también. Aquí en San Luis yo mando, fui elegido por la gente y usted es un empleado".

Ante la respuesta inesperada, el comandante se amedrentó y todavía quiso argumentar "no pero es que usted...".

Nacho no lo dejó terminar, le dijo sentado en su sillón presidencial, "mira vale más que te vayas, si no te arresto. Es más a los agentes no te los voy a soltar a ti. Diles a tus jefes que me hablen y vemos, pero vete". Allí finalizó la plática. El comandante federal salió prácticamente con la cola entre las patas.

Al respecto, el alcalde me dijo lo que recuerdo mucho en estos momentos de la historia sanluisina: "Puedes tener el derecho, la razón, la fuerza, la justicia y todo a tu favor, pero si te faltan guevos, si tienes miedo, ya valiste madre...".

elinformante

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