Redacción
Aunque el Trastorno del Espectro Autista (TEA) es detectado por lo regular en la edad infantil, al existir varios tipos su diagnóstico puede extenderse a la edad adulta, por lo que es importante prestar atención a ciertos comportamientos.
Los niños con autismo no aprenden a balbucear ni a comunicarse cuando son bebés, presentan retraso en el lenguaje verbal, tienen comportamientos repetitivos como aleteo de manos, balancearse o alinear objetos, no responden a su nombre, presentan falta de interés al interactuar, no hacen contacto visual, entre otros.
En el caso de los adultos autistas, éstos pueden llegar a ser obsesivos con las fechas, números, asuntos que solo a ellos les importan, además no identifican los sarcasmos, ironías o bromas, entre otras condiciones. indicó en un comunicado el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Sonora (Isssteson).
En el marco del Día Mundial de Concientización sobre el Autismo, que se conmemora este 2 de abril, especialistas de Isssteson señalan que el TEA se puede clasificar en tres niveles, el Ligero o Menos grave, Medio y Grave.
Las personas con TEA menos grave pueden hablar y aprender. pero se les dificultan áreas como el expresar o demostrar sus sentimientos, comprender los sentimientos de otra persona, también para ellos es difícil el sarcasmo, las bromas, por lo que es importante hablar con ellos de una manera muy clara y directa.
En los casos Medio y Grave, se requiere de una mayor atención profesional, pues presentan complicaciones serias en la comunicación verbal y no verbal, así como en las relaciones sociales.
Para un diagnóstico temprano, además de poner atención al comportamiento y desarrollo de las y los bebés, es importante acudir a la consulta pediátrica de manera regular, una vez al mes en el primer año de vida y después de ahí, como su médico lo indique.
elinformante
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