Resulta ridícula la explicación que le quieren dar o quisieron dar inicialmente al escándalo de "La Casa Gris" o "La Casa del Bienestar", en el sentido de que la novia del hijo del presidente López Obrador es muy inteligente, ha ganado mucho dinero como ejecutiva y es la propietaria.
Si esa mujer fuera tan inteligente como dicen, una persona así no se fija en un vago que no ha trabajado nunca, como lo acusan los legisladores de oposición, a menos que esa inteligencia esté dirigida a los contratos de Pemex. Cabilderas o cabilderos son utilizadas por todas las grandes empresas trasnacionales. Allí sí les creo lo de la inteligencia.
Como dijo la senadora Xóchitl Gálvez, este asunto tiene visos de que alcanza al mismísimo presidente de la República, por lo que la bancada opositora recurrirá a instancias en Estados Unidos, dado que en México será difícil que se investigue a fondo, pero allá sí se sancionan las prácticas desleales de las empresas para conseguir contratos.
Lo que me llama la atención es si la familia presidencial es tan tonta, como para dejarse que le descubran estos teatritos, o como narran muchos libros es tal el nivel de impunidad que se alcanza en el gobierno mexicano que ya no les importa ser señalados.
Por lo pronto, días atrás los diputados del PAN presentaron un punto de acuerdo, el cual fue rechazado por Morena, para que la Secretaría de la Función Pública, la Autoridad Superior de la Federación, la Fiscalía General de la República y la Unidad de Inteligencia Financiera investigue si hay vínculos entre la empresa petrolera Baker Hughes, Pemex y José Ramón López Beltrán, hijo mayor del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Esto, porque según una investigación periodística, López Beltrán vive en una mansión ubicada en Houston, Texas, que era propiedad de un alto directivo de la empresa Baker Hughes, compañía petrolera que tiene contratos vigentes con Pemex por más de 151 millones de dólares.
El punto de acuerdo presentado por la legisladora panista Cecilia Patrón pide a Pemex que informe sobre los convenios celebrados con la empresa Baker Hughes, su fecha de celebración, materia del convenio y precios de contraprestación, así como transparentar y brindar un informe a la opinión pública respecto a los contratos de la compra realizada a Shell de la refinería Deer Park, en Houston.
Este asunto todavía tiene mucho a consideración, aunque la dictadura tratará al máximo de minimizarlo y desviar la atención en otros temas.
Por lo pronto, desmitifica los dos grandes sermones que López Obrador tiene más de 20 años repitiendo, lo de la lucha contra la corrupción y la austeridad republicana.
elinformante
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