Por Juan José Razzo
A fines de los años setenta conocí a un condiscípulo que era originario de Ciudad Obregón, pero su familia que creo era de comerciantes estuvieron pocos meses en San Luis y después decidieron emigrar a Mexicali en busca de mejores horizontes. Nunca lo volví a ver.
Bueno, una vez este compañero fue a mi casa para amiguear y cuando estábamos en el exterior pasó el servicio de recolección de basura, recuerdo era un contenedor metálico largo, alto, con llantas y tracción adaptados y era jalado por un tractor. Los trabajadores de limpia debían subir más de dos metros cada bote de desechos para que otros lo tomaran arriba y después verter la basura. Hace poco creo volví a ver ese sistema.
Algo extrañado, el obregonense me preguntó si así recolectaban la basura en San Luis, a lo que respondí sí pero con algo de desconcierto porque para mí siempre las cosas habían sido así, había estado en otras ciudades pero nunca me había puesto a revisar cómo era ese tema. Y todavía le dije que si cuál era el problema.
Más o menos me planteó, digo más o menos porque estamos hablando de una plática de hace más de 40 años, bueno me planteó: “Oye, ¡qué atrasados están aquí!”.
Todavía me resistí y le cuestioné que cómo debería ser, para lo cual su respuesta fue sobre los camiones recolectores actualmente conocidos, los cuales tienen su prensa hidráulica incluida y cabina refrigerada para cuando los empleados deban trasladarse más lejos. Finalizó que así recogían los desechos en Cajeme.
Esto lo recuerdo porque hace poco tomé la gráfica donde unos trabajadores que dijeron eran de limpia, en un vehículo pick up con estacas traseras improvisadas y unos tablones recogían la basura en el centro comercial de San Luis. ¡Me imagino lo que pensaría el compañero si viera esta situación que será risible si no fuera trágica para el desarrollo de un pueblo!
Lo digo porque aunque no soy panista, hubo un periodo de evolución favorable de las obras y servicios públicos sanluisinos durante varias administraciones albizules.
Pero además me gustaría escuchar la opinión de inversionistas de países avanzados quienes reciben incentivos en su lugar de origen cuando sólo llevan su dinero y fuentes de empleo a aquellos lugares donde se prioriza algo tan delicado como el cuidado de la Madre Tierra.
elinformante
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