Por Juan José Razzo Los trámites para sepultar a una persona pueden representar dificultades en esta frontera, donde no tener una buena asesoría puede, aparte de lo de por sí caro, implicar gastos excedentes por varios miles de pesos más.
José Morales, residente de la colonia Jalisco de esta frontera, mencionó que se puede confiar más en los que llamó “sepultureros” que en las autoridades a la hora de los centavos.
“Fui a preguntar en la funeraria porque mi mamá estaba muy mala de la embolia, cuánto me costaba el entierro y lo primero que me dijeron es que si se moría no le hablara a la Policía”, dijo.
Explicó que como su madre era atendida por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ellos le expedirían el certificado de defunción de manera gratuita si les llamaba por teléfono directamente a los médicos y a nadie más.
Pero si alertaba vía telefónica a la Policía Municipal lo que es muy común en caso de un deceso, seguramente acudiría el médico legista asignado por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Dicho servidor público de la fiscalía estatal sólo debe intervenir en casos de muerte violenta, pero si sabe de un deceso aunque sea natural, acude al domicilio y tras certificar el asunto, “sugiere” un pago.
El director de Panteones Municipales, Joel Polanco Gámez, comentó que el servicio debe ser gratuito pero sabe que cobran por lo menos 400 pesos.
Según Morales, en el Velatorio del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) le dijeron que la cuota del médico legista puede llegar a mil 500 pesos por firmar el certificado de fallecimiento.
El encargado de la empresa “Funerales de Valle”, Jesús Cadena Olivarría, mencionó que un funeral en esta frontera cuesta 9 mil 100 pesos, incluido todo el servicio y los impuestos municipales.
Sólo que cuando la persona fallece la familia debe saber de antemano cuál funeraria escogerá, para que no permita que otra empresa se lo lleve al difunto.
La explicación es que debido a que no existe Servicio Médico Forense (Semefo) en la localidad, las funerarias cumplen guardias para realizar el servicio de preparación del cuerpo.
Esto se encuentra en un supuesto convenio de los empresarios funerarios con la Procuraduría estatal, pero del cual nadie supo decir dónde está escrito o en qué derecho está basado.
Cuando una persona muere lo recoge la funeraria de guardia que se encarga de preparar el cuerpo, mismo que entrega a la empresa fúnebre contratada por la familia, pero hace un cargo extra de 2 mil pesos.
Polanco Gámez mencionó que los impuestos municipales para un entierro son de 2 mil 937 pesos, e incluyen “hasta el momento en que tapamos el hoyo con la tierra”.
Reconoció que dentro del Panteón Municipal hay personas que no son empleados municipales pero ofrecen el servicio de limpieza del lugar de la sepultura o palear la tierra por una cuota.
elinformante
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