Por Francisco González M. *Creado por Benjamín Flores González, el diario local La Prensa prácticamente ha muerto en esencia de Libertad de Expresión. Aquella libertad de escribir impulsada con acendrado ideal por su fundador y quien por ella muriera baleado a las puertas del periódico en el aciago verano de 1997.
En ese año se acribilló a balazos a gran parte de su ideal. Sin embargo, lo grave hoy es que no son balas asesinas las que acaban con lo poco que anidaba La Prensa, ahora, al parecer, son intereses políticos y económicos los que acallaron la línea de verdadera expresión del periódico.
En datos proporcionados al editor de manera informal, se le reveló que fue comprado con capital de Manuel de Jesús Baldenebro, actual presidente municipal pero sin que aparezca como propietario.
En ese sentido, necesario es señalar que de ser cierto lo anterior ello se interpretaría como que el rotativo se convertirá en pasquín vocero del Ayuntamiento.
Aunque es obvio que como los gobiernos no deben adquirir medios a su nombre, deberá haber una persona física representando a éste para que no se vea como injerencia de Estado.
Según los informantes lo que se suscribió como una compra-venta, es en realidad el final del ex importante diario aún cuando quien lo adquirió siga usando el membrete de identificación periodística que dio, con la guía de Benjamín (foto) y otros reporteros, información local creíble con sus letras, con las cuales plasmaron asimismo, vida a la libertad de expresión que jamás se había practicado en la comunidad sanluisina.
Por ello es evidente anotar que pese a la inclusión de Barraza y el regreso de Vox Populi a las páginas del diario, ya nada será igual al notarse el tinte partidista ligado al gobierno en turno.
Debe recordarse que Barraza fue titular de la oficina de Comunicación Social en la ineficaz administración panista de José Inés “El Pala” Palafox. Un paso por el pantano de la corrupción gubernamental que le manchó su ética periodística.
Con esta etapa que se está suscribiendo en la historia del periodismo del diario, muere un mucho de la Libertad de Expresión que le vio al nacer, primero como semanario y luego como diario al plasmar en sus páginas la denuncia ciudadana y la crítica.
En igual forma, en su momento, al abatir a Benjamín, se asesinó también un cúmulo de valor como lo fue su columna No confirmado, el espacio de Vigilante Ciudadano y Vox Populi la cual sí volvió a ser incluida.
Por tal razón, importante es dejar asentado el delicado registro que están apuntado en la vida de la comunidad el cual está enmarcado con palabras de luto. Un doloroso retroceso de la Libertad de Expresión impulsada con decidido valor por Benjamín Flores González… Un final que huele a muerte y segundo crimen.
* El autor edita la revista Veraz, que seguirá manteniendo la página negra de Benjamín en exigencia de justicia para que se encarcele a los autores intelectuales de su homicidio.
elinformante
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