Por Juan José Razzo
Los biógrafos narran que en cierta ocasión estaba el Führer acicalándose frente a un espejo de cuerpo entero, antes de una de las reuniones masivas en Nuremberg. Acababa de hablar con su arquitecto Speer sobre los edificios majestuosos planeados para la nueva capital Germania. Entonces le preguntó a Speer quien estaba en la misma habitación: ¿Durarán mil años?, al referirse a la importancia de que dichas construcciones dejaran constancia de su grandeza durante el futuro periodo del III Reich.
“Señor, con todo el respeto, pero las especificaciones del concreto y las armazones es imposible que duren tanto tiempo y…”, alcanzó a responder Speer.
El Führer lo interrumpió: ¿Durarán mil años?
Speer trató razonar de nuevo: “Señor necesitaríamos hacer la construcción en piedra, lo que en estos momentos de guerra…”.
Nuevamente el Führer lo interrumpió: ¿Durarán mil años?
Finalmente Speer cedió: “Sí, Señor, durarán mil años…”. La realidad es que el III Reich se desplomó en menos de diez años.
Este comportamiento mental llamado ceguera de taller se caracteriza por la megalomanía, lo que conlleva a muchas situaciones como creerte elegido por Dios, más inteligente que los demás o abrir muchos frentes; también a estimarte eterno en el gobierno y, principalmente, subestimar las capacidades de otras personas, en especial de los rivales, por lo que empiezas a cometer errores.
Eso le está sucediendo a Morena en todos los niveles, de lo cual ya le dio una pequeña lección el PRI resucitado, pero lo más inconcebible -pues casi nadie aprende de la historia- es que ni siquiera con dicha señal cambiarán de opinión el gobierno de cuarta, sus seguidores, aunque al final el tiempo se encargará de ponerlos en el cadalso.
elinformante
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