Es muy importante comprobar la cantidad y calidad del lubricante después de los rigores del invierno, porque con las heladas el circuito se ha contraído varias veces y al circular en tráfico lento el coche consume más aceite de lo normal.
Como puedes ver, los fabricantes nos lo ponen fácil al indicar con dos rayas o puntos los niveles máximo y mínimo. Esta medición se debe hacer siempre con el motor en frío. De lo contrario, siempre parece que hay demasiado aceite en el circuito.
2. Anticongelante
El nivel de anticongelante también es importante, le queden o no le queden heladas por aguantar al coche. No hace falta quitar el tapón, porque el vaso de expansión tiene un nivel indicador que suele ser translúcido. Si sospechas que puede haber una fuga, lo mejor es comprar un líquido fluorescente de color amarillo. Resalta mucho en el suelo si cae por algún sitio.
3. Limpiaparabrisas
El líquido más importante de los contenidos en el coche es el que hay en el depósito de los limpias. Imagínate que, de repente, un camión echa un montón de barro de un charco sobre el parabrisas. Durante la puesta a punto, presta atención también al estado de las escobillas. Después de las heladas del invierno también es fundamental para que el sistema funcione como debe.
4. Luces
Si algún conductor te ha dado las largas sin saber por qué, quizá sea porque están mal reguladas. Esta es una operación necesaria cada cierto tiempo y con el regloscopio y un destornillador corregirás cualquier defecto en unos segundos. No olvides la puesta a punto del sistema de luces. Tu seguridad en la vía depende de ello.
5. Líquido de frenos
Basta con pisar a fondo el pedal de freno y ver si baja el nivel del vaso de expansión. Así se comprueba que el sistema conserva su presión óptima.
6. Neumáticos
Debes comprobar tanto su estado como el equilibrado. Para valorar el grado de desgaste de las cubiertas suelen llevar indicadores en la banda de rodadura, si están a ras del testigo es hora de cambiarlos, lo mismo que si este es inferior a 3 milímetros (puedes utilizar una moneda, si se ve la parte plateada, hay que poner unos nuevos).
También debes revisar que los neumáticos no tengan cortes, abolladuras, perforaciones, ni un desgaste irregular. Si las cuatro 'gomas' no están bien equilibradas, notarás ruidos, botes y que el volante vibra a velocidad media-alta.
Recuerda, por último, confirmar que la presión es adecuada a lo que marca el fabricante. En el pilar B del coche -junto al asiento del conductor- suelen estar indicadas las presiones idóneas según la carga del vehículo. Esta operación también se hace en frío.
7. Batería
Si ves que sale líquido de la batería, debes cambiarla y revisar el alternador. Además, tienes que procurar mantener limpios los bornes y desechar la batería si alguno presenta un aspecto extraño (oxidado, rugoso...).
8. Suspensión, encendido e inyección
Los chirridos, ruidos y el chirrido de las piezas, así como el balanceo de la carrocería en las curvas (cuando decimos que parece un barco), son síntomas del mal estado de la suspensión. Si el coche tarda en arrancar, el problema puede estar en el encendido o la inyección.
9. Abrazaderas
Si tienen grietas o sirven de escape para los líquidos es hora de cambiarlos.
10. Bujías, cables y filtros
El fabricante indica los plazos de revisión de los cables y los filtros. Respecto a las bujías, ten en cuenta que si están sucias pueden ocasionar problemas en el arranque y elevar el consumo de combustible.
Fuente: Cruz Roja, Bomberos y Protección Civil.
elinformante
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