Nicolás Wilson. |
Por Juan José Razzo
Con sólo diez hablantes, la lengua cucapá de Sonora está entre los dialectos indígenas de México en peligro de desaparecer, por lo que es urgente su recopilación, opinaron estudiosos del tema.
Nicolás Wilson Tambo, gobernador tradicional de la tribu Cucapá de Sonora, comentó que de hecho la comunidad autóctona del ejido Pozas de Arvizu, ubicada en este municipio, está escasamente poblada, con apenas 60 habitantes.
“Creo que unos diez cucapás hablan bien nuestra lengua y somos los más viejos, los niños apenas están en la escuela y pueden aprenderlo pero los jóvenes no quieren”, expresó en el marco del 21 de febrero, Día Internacional de la Lengua Materna.
Mencionó que en las comunidades de Baja California también son pocos los cucapás que quedan, mientras que en la reserva de Somerton, Arizona son más de mil indígenas, pero igualmente poco hablan su dialecto.
En 2012 fueron visitados varias veces por personal del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) quienes dialogaron con ellos sobre la recopilación escrita y oral del cucapá, pero desconoce qué fin tuvieron esos esfuerzos, dijo.
Wilson Tambo reconoció que el futuro de la lengua cucapá está en duda y quién sabe si desaparezca, sobre todo porque las nuevas generaciones indígenas no quieren hablarlo.
El presidente de la Comisión de Asuntos Históricos local, Hermes Flores Navarro, recordó que los primeros grupos cucapás llegaron hace dos mil años a las márgenes del río Colorado, en lo que hoy es Sonora, Baja California y Arizona.
Los exploradores españoles escribieron en el siglo XVI sobre comunidades de la tribu Cucapá con miles de habitantes y quienes vivían de la pesca, caza y recolección.
Debido a la paulatina colonización de la zona, se redujeron los espacios para los indígenas, al grado que en 1942 se dotó a los cucapás de un ejido de apenas 700 hectáreas de terrenos.
De acuerdo con diversos historiadores la disminución del hábitat de los cucapás y el mestizaje influyeron durante muchos años para menguar la población de esa etnia.
En visita a esta frontera, el director del Departamento Editorial y de Literatura del Instituto Sonorense de Cultura (ISC), Ignacio Mondaca Romero, expuso que ninguna de las lenguas indígenas sonorenses está recopilada por escrito.
Por eso están en peligro de perderse en parte o su totalidad los dialectos de las comunidades cucapá, pima, kikapú, ópata, yaqui, mayo, tohono o´odham, guarijío y seri.
Como muy importante, consideró el escritor el rescate de esa riqueza, pues por medio de la lengua original se puede conocer el pensamiento de un pueblo.
Es una de las asignaturas pendientes para las diferentes autoridades involucradas en el tema, de recopilar lo que hasta ahora es una tradición mayormente oral, dijo.
De acuerdo con un comunicado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el 29 de septiembre de 2011 se firmó en Ensenada, Baja California un acuerdo para evitar la desaparición de las lenguas yumanas: Cucapá, kiliwa, paipai y kumiai.
Refirió que se trata de los únicos cuatro idiomas indígenas vivos del estado de Baja California, por lo que el convenio incluyó el registro y creación de un acervo sobre lenguas y culturas cochimí-yumanas, así como su mayor difusión entre niños y jóvenes.
El convenio fue firmado por funcionarios de los institutos nacionales de Antropología e Historia (INAH) y de Lenguas Indígenas (Inali), la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), el Centro Cultural Tijuana, la Unidad Regional de Culturas Populares del Conaculta y el Instituto de Culturas Nativas A.C.
El antropólogo Alejandro González Villarruel, subdirector de Etnografía del Museo Nacional de Antropología (MNA), dijo: "Las hablas cucapá, kiliwa, paipai y kumiai, que conforman la familia de lenguas yumanas, muestran tendencia a desaparecer”.
En un documento del MNA asienta que eso se debe a que cada vez es menor su número de hablantes, además, hay una ausencia casi total de niños y jóvenes con conocimiento o dominio de las mismas.
Puntualizó que el caso más grave es el de la lengua kiliwa de la que no quedan más de cinco hablantes, todos mayores de 40 años de edad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario