Por Juan José Razzo
Recién ocurrió una tragedia donde una patrulla se impactó contra un automóvil particular y dos personas murieron, pues el asunto ya no tiene remedio pero los deudos podrían hacerse acreedores de una indemnización bastante sustanciosa.
Si fuera mi caso exigiría cuando menos 10 millones de pesos y que el/la oficial causante del percance permaneciera uno o más años en prisión. Y vaya que durante el último quinquenio le aprendí bastante a esto, y quizá de esta manera el gobierno local pondría más atención en controlar y evitar los abusos de los uniformados.
El dinero no lo es todo, pero sí creo que puede ser un paliativo para que los familiares de las víctimas sanen sus heridas emocionales y psicológicas.
No diré muchas cosas para no estropearles el caso a los demandantes, pero lo mejor es contratar abogados foráneos porque los locales en muchos casos se sienten compelidos a negociar y no de la mejor manera posible, porque pueden ser conocidos, compadres, amigos o incluso parientes unos de otros en una comunidad tan pequeña.
Casi todos los elementos policiales que veo a bordo de una patrulla llevan la vista en su teléfono móvil, si así fue el caso es fácil de comprobar por los mensajes contenidos en el aparato y en las redes sociales, con horario. Aunque se borren de la máquina queda un respaldo cibernético pues es un protocolo de seguridad mundial.
FOTO: Es una imagen ilustrativa tomada de FB.
elinformante
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