Redacción/Tomado de paho.org
Bajo el lema “Es tiempo de actuar”, el Día Mundial contra la Hepatitis de este año destaca la necesidad de una acción colaborativa para ampliar el acceso al diagnóstico y tratamiento en los países.
Las hepatitis B y C son infecciones crónicas silenciosas que, sin un diagnóstico adecuado, pueden progresar a cirrosis hepática o cáncer de hígado, causando un impacto negativo significativo en la vida de las personas y comunidades en nuestra Región. En las Américas, casi 80,000 nuevas infecciones de hepatitis B y C surgen cada año, la mayoría de las cuales pasan desapercibidas.
¿El resultado? Más de 100,000 muertes relacionadas con la hepatitis cada año.
La buena noticia es que hay medicamentos disponibles que curan la hepatitis C, así como tratamientos eficaces para controlar la hepatitis B.
Aquí está la clave: ¡la prevención es posible! Existen vacunas y tratamientos efectivos, ofreciendo esperanza para todos. La vacuna contra la hepatitis B está disponible tanto para adultos como para niños, mientras que los tratamientos orales seguros pueden curar la hepatitis C. Conocer su estado y acceder al tratamiento es crucial para las mujeres embarazadas con hepatitis B crónica para prevenir la transmisión maternoinfantil.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) trabaja en conjunto con los países de la región para ampliar el acceso a pruebas diagnósticas, medicamentos y vacunas contra la hepatitis viral a través del Fondo Estratégico y el Fondo Rotatorio.
Juntos, podemos eliminar la hepatitis en la Región de las Américas y alcanzar los objetivos de eliminación de la OPS para 2030. Reduzcamos el número de nuevos casos y evitemos muertes innecesarias causadas por infecciones de hepatitis B y C.
elinformante
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