jueves, 26 de diciembre de 2013

Recuento final sobre muerte del 'Macho Prieto'

Muchos policías sanluisinos
le decían "el patrón".
Redacción

México, D.F.- Un recuento final sobre la muerte de Gonzalo Inzunza "El Macho Prieto" fue dado a conocer por la Secretaría de Gobernación (Segob), donde se da a conocer que contaba con una orden de extradición a los Estados Unidos, dos policías federales resultaron heridos en el enfrentamiento a balazos, además de que otros civiles armados fueron muertos, aparte de los cinco cuerpos localizados.

En un comunicado, la Comisión Nacional de Seguridad de la Secretaría de Gobernación informa que elementos de la Policía Federal realizaron un operativo en el municipio de Puerto Peñasco, Sonora, donde presuntamente murió uno de los operadores del grupo criminal de Joaquín Guzmán Loera.

Derivado de una labor de inteligencia, coordinada con la Procuraduría General de la República, la Secretaría de Marina, la Secretaría de la Defensa Nacional y el Gobierno Estatal, la Policía Federal ubicó el paradero de una persona que se ocultaba en una villa privada dentro de un complejo habitacional en la costa de Sonora.

La operación inició alrededor de las 06:00 horas tiempo local del día miércoles 18 de diciembre. A esta persona, identificada como Gonzalo Inzunza Inzunza, se le vincula con la estructura criminal de Joaquín Guzmán Loera, y de Ismael Zambada.

Reportes de inteligencia indican que Inzunza Inzunza mantenía una relación personal con Ismael Zambada, y tenía establecido su centro de operaciones en Puerto Peñasco, Sonora, pero también tenía presencia en los estados de Quintana Roo, Chiapas, Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Durango y Baja California.

Inzunza Inzunza contaba con una orden de detención provisional con fines de extradición a los Estados Unidos por delitos relacionados con tráfico de drogas. Mientras que en México existían tres órdenes de aprehensión en su contra, por lo que la Procuraduría General de la República (PGR) ofrecía una recompensa de tres millones de pesos por información que llevara a su captura.

Durante el operativo para su detención, esta persona, junto con un grupo de sujetos que lo custodiaban, opuso resistencia y dispararon contra los agentes federales, quienes repelieron la agresión.

El dispositivo de la Policía Federal contó con el apoyo táctico aéreo de dos helicópteros tipo Black Hawk, mismos que se aproximaron al punto e inutilizaron a al menos 10 vehículos, logrando dispersar a los agresores.

Tras el enfrentamiento, efectivos federales localizaron cinco cuerpos sin vida de presuntos delincuentes.

De acuerdo con información de inteligencia, y derivado de los indicios periciales hallados en vehículos y en el lugar de los hechos, se estima que otros presuntos delincuentes resultaron heridos o muertos en el enfrentamiento, entre ellos Gonzalo Inzunza Inzunza, de 42 años de edad.

Sin embargo, se presume que los presuntos delincuentes se llevaron el cuerpo sin vida de Inzunza Inzunza.

Cabe señalar que en el sitio fueron asegurados 14 fusiles de asalto de diversos calibres, cuatro armas cortas, cinco granadas y 68 cargadores para distintas armas, así como dos mil 372 cartuchos de diferentes calibres y 16 vehículos, entre ellos una camioneta que cuenta con blindaje.

Dos elementos de la Policía Federal resultaron heridos de bala, los cuales fueron trasladados de inmediato para su atención médica y se reportan fuera de peligro.

La Comisión Nacional de Seguridad reconoce el valor y el trabajo de inteligencia desarrollado por los elementos de la Policía Federal y refrenda su compromiso de mantener el esfuerzo para ofrecer a la ciudadanía mejores condiciones de seguridad.

Infiltración

Unos 15 días antes de la balacera en el puerto sonorense, un agente federal se infiltró en el conjunto Bella Sirena para convertirse en la sombra de Gonzalo Inzunza Inzunza, 'El Macho Prieto'; lo espiaba de día y de noche.

El misterioso agente federal rentó una villa, como parte de la estrategia para detener al presunto delincuente, jefe de sicarios de Ismael 'El Mayo' Zambada.

Metido en la boca del lobo, el agente casi no dormía, no usaba las camas y a veces caminaba por los pasillos, con aparente insomnio, cuentan en las villas. La gente no le ponía atención y el personal del servicio miraba sus "excentricidades" como conductas raras de alguien que "venía a relajarse, a dejar de lado el estrés", narran.

Sus cobijas quedaban detrás de la puerta, dormía a la intemperie o detrás de la puerta de cristal, desde donde miraba todo.

Sus reportes fueron clave en el operativo del 18 de diciembre. La acción inició como a las 4:25 horas, con un grupo especial que "invadió" el Bella Sirena.

elinformante

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