El gobierno de Sonora y el ayuntamiento sanluisino -los iniciamos con minúscula a propósito- tienen diferencias sobre las que hay que hacer una observación, pero también similitudes en los resultados.
El primero está formado en su mayoría por políticos y tecnócratas gubernamentales con experiencia en sus respectivos cargos, alguna o mucha, en tanto que el segundo en su mayoría por una improvisación de personas que más bien se pudieran identificar como pertenecientes a la sociedad civil, ciudadanos.
Es la cuestión que sus resultados francamente malos, similares, hacen surgir la pregunta de ¿quién podrá encausar un buen gobierno, si los políticos y ahora los ciudadanos no saben cómo? ¿En dónde se podrá encontrar a alguien que tenga la capacidad para mejorar la seguridad pública y la economía regionales?
Para que no digan que tenemos una tendencia política bien definida, proyectos como el imperialismo inglés, el nacionasocialismo alemán y el maoísmo chino, con sus éxitos y fracasos, al final pudieron consolidar países fuertes.
Dos características comunes de estos tres proyectos son: Que tuvieron un proyecto final bien definido y, segundo, un sistema de supervisión tenaz y posiblemente hasta despiadado, con lo que enfrentaron los retos mundiales externos.
elinformante
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