Hace poco se hizo un escándalo de burlas, memes y demás cuando la primera dama, Beatriz Gutiérrez Müller, declaró algo así como que los libros son un camino para acabar con la violencia en México. Posiblemente no lo planteó bien, pero en lo personal creo que a largo plazo es una de las soluciones, mas no únicamente elevar el nivel de cultura de la gente sino en la suma de otras medidas.
Aunque con dicha situación ella trató un tema que es de suma importancia en el ámbito de las relaciones humanas y que es el fomento de la integración familiar, donde se generan los próximos ciudadanos, buenos o malos.
Loa delincuentes no son extraterrestres ni monstruos que salieron de una cueva, son personas que se criaron en nuestros hogares, mayormente disfuncionales pero también es cierto que otros emergieron de familias integrales lo que da cuenta de la complejidad del comportamiento humano.
Por eso de allí la importancia de la promoción cultural. Los hijos hacen lo que sus padres hacen, no lo que les dicen. Demasiados, demasiados mexicanos están influenciados de tal forma por el estilo de vida que se presenta como exitoso, con dinero, fama y poder, que dejan de lado los valores, y debido a que dicha espiral sigue quién sabe cuándo va a terminar. Una persona culta, reflexiva, es más difícil que tome el camino de la delincuencia.
Cuando era gobernador de Sonora, Eduardo Bours Castelo, en una visita a San Luis Río Colorado comentó algo así como que “hay una doble moral. La gente se queja de la violencia del crimen organizado, pero compra drogas, les recibe dinero a los familiares que no tienen un modo honesto de vivir y hace negocios con ellos (con los criminales)”.
Bastantes sanluisinos están consumiendo drogas, de tal forma que ya lo hacen en cualquier parte ni siquiera se esconden, después se quejan de la violencia, pero parecen no entender o no quieren hacerlo que al adquirir estupefacientes están patrocinando esa violencia.
También demasiado padres de familia o parientes son muy tolerantes con aquellos de los suyos quienes carecen de un modo honesto de vivir, pero traen vehículos nuevos, ropa, dinero, joyas, buenas casas y les parece que es algo digno de alabanza.
Por último, recuerdo al que fue presidente de Canirac en esta frontera de Sonora, José Luis Mora Reyes, ya fallecido, y quien en una ocasión declaró que en la región los micronegocios o negocios se inician con una inversión inicial proveniente de tres fuentes principales, los income tax (devoluciones de impuestos en Estados Unidos), un préstamo o, en su mayoría, por el lavado de dinero de procedencia ilícita.
Así que es necesaria una reflexión personal antes de quejarnos de una situación que quizá, en mayor o menor medida, hemos soslayado o hasta provocado durante mucho tiempo.
elinformante
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