Por Juan José Razzo
El asunto del abuso sexual contra la regidora de Morena, Rebeca Ching Hurtado, se ha convertido en una mancha creciente para el ayuntamiento de San Luis, tanto que ya ha desatado la atención y reacciones a nivel nacional y en otros países. Vean las redes sociales.
El caso debió ser preservado en secreto como lo marcan las normas mínimas, pero funcionarios estatales y municipales cometieron el error garrafal de publicarlo y violentar de nuevo a Rebeca. Eso indica una falta de capacitación en lo que es comunicarse y sentido común en ellos, hasta de humanidad en manejar como trivial un asunto tan delicado. Ella salió a las redes a defenderse porque no le quedó de otra.
Sus detractores o no sé si decir atacantes quieren minimizar la gravedad del asunto al elucubrar que es una estrategia política de otro grupo dentro de Morena en la disputa por la alcaldía 2024. Creo que el caso debe deslindarse de ese y otros temas, pero además suscribirse con integridad a lo jurídico hasta el final. Si hay responsables deben ser sancionados, para eso están las leyes escritas.
También quieren afirmar que ella desea tomar relevancia en la opinión pública con este asunto, con fines políticos, pero hay que reiterar y recordar que quienes lo hicieron público fueron sus atacantes. Si ella es más conocida hoy es porque defiende una causa que considera justa y muchas mujeres en la historia han tomado el mismo camino, a veces hasta la muerte, por desear y luchar para que las cosas cambien.
Se ha querido justificar el ataque sexual con la idea de que el responsable había ingerido bebidas embriagantes pero la no sanción a esta persona mandaría un mensaje muy peligroso a la sociedad, por lo que el castigo contra él debe ser ejemplar.
elinformante
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