viernes, 5 de enero de 2024

Comandancia municipal, cueva de degenerados mentales

○ Los maltratos y las golpizas a personas en custodia son una constante

Por Juan José Razzo

El trato a los ingresados en la comandancia municipal debería ser un tema de prioritaria discusión y atención, debido a las graves violaciones que allí se cometen, lo que viene al tema por la reciente entrega de reconocimientos al titular y otros elementos.

Tras una investigación e informe entregado a la autoridad correspondiente descarto hablar a profundidad del tema, porque me pidieron clasificar la información, dado el estado de vulnerabilidad generado por los hechos que rompen las normas para preservar el orden interno y externo.

Baste decir que aparte de las detenciones arbitrarias, una mujer que toma las fotografías a los detenidos casi en todos los casos los insulta y agrede verbalmente, lo que habla de un perfil grave de desequilibrio mental. El médico joven inútil sólo pregunta si los ingresados refieren lesiones cuando debería hacerles un examen físico mínimo. El juez calificador flaco, de lentes, sarasa, continúa con los ultrajes verbales y todavía pide dinero a cambio de dejarte salir libre. Por cierto, ¿dónde queda ese recurso que se recaba cada noche?

Cualquier persona en su sano juicio responde con enojo a estas agresiones verbales y de sus derechos, pero nadie puede siquiera decir la mínima protesta porque los policías que te custodian hasta la celda –quizá castigados en el lugar- te pueden propinar una salvaje golpiza digna de los verdugos más sádicos. Hay constancia de cuando menos dos personas que han sufrido fracturas óseas en las instalaciones.

Si todos estos individuos –no sé si llamarles humanos- cometen estos atropellos sistemáticos contra la comunidad, salen del lugar y pueden dormir a gusto, eso indica que están cauterizados del cerebro, no se percatan de la grave degeneración y perversión mental que padecen.

Pero el meollo del asunto es si estas cosas siguen sucediendo es un síntoma inequívoco de ingobernabilidad… de que no hay quien ejerza ni supervisión ni control sobre ellos.

P.S.- Y los regidores… bien gracias. Al menos deberían servir para acudir a barrer y limpiar las instalaciones inmundas.

P.S.2.- En la entrega de reconocimientos la mayoría de los uniformados aparece con demasiada obesidad, creo no pasa los controles del sistema nacional.

elinformante

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