viernes, 8 de marzo de 2013

Privilegia a mujer dedicar vida a huérfanos


Por Juan José Razzo

Para una mujer, criar a sus hijos puede significar mucha felicidad, manifestó Mamá Bertha, quien en 25 años ha tenido el privilegio de cuidar a cientos de niños de esta frontera de Sonora.

Como directora del orfanato Bethel, Bertha Bobadilla Ruelas, expresó que de hecho se ha encariñado tanto con el trabajo social y los menores, que “creo que si me saliera de aquí ahora sí me moría”.

Asumió que eso se debe a que está acostumbrada a esa forma de vida, “son 25 años de estar conviviendo con los niños día y noche. Es muy buena convivencia porque los niños no son problema”.

Entrevistada en el marco del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo, dijo que ella nació en Tepic, Nayarit, pero desde 1952 su familia emigró a esta región cuando ella era una joven.

Después se casó, procreó seis niños y se dedicó al hogar, pero posteriormente sus hijos crecieron e hicieron su vida, así que al quedarse sola tras su divorcio, decidió realizar trabajo social en el orfanato, recordó.

Asumió que quedó cautivada con esta labor, de la que no recibe salario y a la cual, afirma, dedicará el resto de sus días, hasta donde la salud y las fuerzas se lo permitan.

“En realidad aquí vivo en el orfanato, casi nunca salgo ¿pues a dónde?, aquí tenemos todo, a veces los benefactores del otro lado nos traen alguna ofrenda y damos gracias”,  citó.

Expuso que lo que más le causa satisfacción es que muchos de los cientos de niños que ha criado son ahora hombres y mujeres de bien, han formado familias y son felices.

Habló de un joven que trabaja en Las Vegas, Nevada, quien cada año los visita para realizar donativos, en tanto que tres de sus muchachos estudian en la Universidad de Pensilvania, apoyados por la organización estadunidense Corazones Compasivos.

Mamá Bertha comentó que los menores no son rebeldes y tampoco representan algún problema, “a veces pelean como niños, pero nada grave”.

Enfatizó que el consejo que le puede dar a la sociedad, es que los papás tengan mucha atención con sus hijos, en particular las madres que ahora son muy desobligadas con sus niños.

“No tienen cuidado con sus hijos, cuando lo único que necesitan es amor y cuidados, ¡no piden más!”, expresó, afectos que los menores encuentran en esa estancia por eso ya no se quieren ir.

Bobadilla Ruelas comentó que hay un adolescente que tiene alrededor de diez años en el sitio, pero ha manifestado que no quiere ser llevado a otro lugar.

Con mucho orgullo, dice que en estos momentos tiene a 30 hijos en el orfanato Bethel, ubicado en la avenida Chiapas y que se sostiene principalmente con donativos de empresarios de  México y Estados Unidos.

Refirió que en esta frontera de Sonora son muchas las causas por los que esos niños están solos, entre ellas la migración, las adicciones y la situación económica de los padres.

elinformante

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